Semilla de lino, alimento para mejorar la salud intestinal.

Semilla de lino, un ingrediente clave si lo que buscas es un alimento para mejorar tu salud intestinal. ¿Sabes por qué?
La linaza es un alimento que, seguramente, hayas visto en numerosas recetas saludables por internet. Sin embargo, pocas veces se explica en ellas la verdadera función de la semilla de lino como parte de sus componentes.
No aporta un sabor especial, ni una textura de ensueño. Eso sí, es una bomba de micronutrientes que ha jugado un rol imprescindible en medicina tradicional asiática.
Semilla de lino y colesterol
¿El nutriente clave de la semilla de lino? El mucílago de linaza, rico en ácidos grasos omega 3 y omega 6, determinantes en el control del colesterol. En concreto, la fibra, el omega 3 y los fitoesteroles (unas moléculas con estructuras similares al colesterol) previenen la absorción de este en el intestino. Es decir, reducen los niveles de colesterol LDL (conocido como colesterol ‘malo’) en el cuerpo.
Semilla de lino y prevención de enfermedades
De la misma manera, ayuda a equilibrar la relación omega 3 y omega 6 deformada debido a las carencias de la alimentación moderna. Pero eso no es todo. Además de su importancia en la prevención de daño cardiovascular, la fibra y otros componentes de la semilla de lino colaboran de manera activa en la regulación y control de la insulina. Así como en el buen funcionamiento del intestino.
Sobre esto, las últimas investigaciones apuntan al papel de la semilla de lino en la prevención de la diabetes y la reducción de la presión sanguínea. Aunque la fibra cumple a su vez otras funciones no menos importantes, combatiendo el estreñimiento y ayudando al buen funcionamiento del intestino.
La semilla de lino no puede faltar en tu dieta durante los periodos de suplementación con prebióticos.
¿Y por qué es tan importante la salud intestinal? “La microbiota es un mediador que contribuye digiriendo los nutrientes y activando señales que produce el intestino a diferentes órganos. Una función fundamental de estas bacterias es que contribuyen a aislarnos del medio externo para que no entren toxinas en nuestro organismo, haciendo que nuestro intestino sea menos permeable a sustancias tóxicas”, explicó el doctor Francisco Tinahones durante el 59 Congreso de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN).
“Esas sustancias tóxicas”, añade Tinahones, “están relacionadas con enfermedades prevalentes en el siglo XXI, se relacionan con enfermedades metabólicas como la obesidad y la diabetes, autoinmunes como la artritis reumatoide, esclerosis múltiple o alergias; y con enfermedades neurocognitivas”.
Semilla de lino: cómo y dónde utilizarla
Para su buena acción en el organismo, es necesario que sea hidratada o mezclada con queso fresco o kéfir (queso Budwig). Al consumirlas como alimentos germinados, tras ponerlas a remojo, se elimina el ácido fítico y se multiplica la absorción de minerales. Entre ellos, se encuentran el calcio, el magnesio, el fósforo y el potasio. Aunque no se nos puede olvidar su contenido en vitaminas C, B, E y K.
ENSALADA TIBIA DE PATATA Y LINO
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